Los sueños y los cuentos tienen en Asturias la mejor materia prima, y es que cualquier historia encantadora y encantada encuentra en esta tierra el escenario de sus esencias. Un paseo, una mirada, un momento de inspiración, un rato de tranquilidad, una sonrisa, una caricia… todo es posible en los pueblos de cuento que te encuentras con tanta naturalidad en Asturias, sea cual sea el rumbo que tomes…
¡Aquí te mostramos 10 pueblos de cuento que cuando los conozcas, no querrás olvidarlos! (Y que son la segunda entrega de nuestra serie Pueblos de cuento en Asturias)
Bermiego: un pueblo y un texu
Bermiego, en Quirós, podría ser el escenario ideal para una fábula. De ésas que dejan boquiabiertos a los niños y siguen cautivando a los adultos. Y es que el pueblo quirosano tiene todas las características para la inspiración literaria con moraleja: antigüedad, sabor tradicional, vistas increíbles, habitantes amables, tranquilidad sin límites, el canto de los gallos, los ladridos de los perros, el rumor de las hojas de los árboles o el canto de los pájaros… Más inspirador, imposible.´
Bermiego está como suspendido en el aire, en medio de una ladera, a los mismos pies de una imponente montaña… Tiene un aire como de leyenda, como si hace miles de años hubiese ocurrido algo extraordinario allí.
Y esa sensación se hace más patente cuando caminas a su iglesia de Santa María, al lado de la cual se encuentra su famoso y milenario texu, declarado Monumento Natural y todo un emblema del paisaje rural de Asturias. Cuenta la tradición que muy cerca de allí pasaron las reliquias del Arca Santa, en su largo periplo desde Jerusalén hasta la Catedral de Oviedo, y es probable que tal vez este texu o un antecesor suyo fuera testigo de este histórico itinerario…
¡Sea como fuere, Bermiego y su texu componen un conjunto de fábula!
Somao, la grandiosidad indiana
Si existe un lugar en Asturias que encarna de forma colorista y espectacular la grandiosidad de la arquitectura y el ambiente indianos, sin lugar a dudas es Somao, en el concejo de Pravia, actual Pueblo Ejemplar de Asturias 2020.
Si te das una vuelta por Somao, quedarás impresionado no solo con las casas indianas sino con sus espléndidos jardines, con sus muros, con sus verjas de forja que son unas auténticas obras de arte, y también con las vistas que hay de toda la rasa litoral y del río Nalón desde algunos rincones del pueblo.
Somao combina con serenidad y belleza los aires de aldea asturiana, con las historias indianas de ultramar y con la huella de personajes que han sido mecenas y próceres del desarrollo económico asturiano.
¡Entre hortensias, hórreos y quintas indianas, este pueblo único proyecta sus torres palaciegas al cielo en una atmósfera de lo más apacible!
Ceceda: las mejores vistas de la Comarca de la Sidra
Ceceda/Cecea, en el concejo de Nava, es un pueblo de lo más luminoso, y con unas vistas preciosas, de las más bellas de toda la Comarca de la Sidra.
Ha crecido en torno a una colina, por cuyas laderas se descuelgan sus casas como si fueran las ramas de un gran árbol.
Callejear por Ceceda/Cecea te resultará profundamente placentero. A la natural tranquilidad del pueblo, hay que añadir la hospitalidad de sus gentes y el encanto de su cuidada y variada arquitectura: casas típicamente de aldea, casonas señoriales, casas de indianos, construcciones modernistas, etc… Y luego, el infinito encanto de sus rincones: la capilla de Santa Lucía, el Campo de la Iglesia, o el restaurado puente medieval conocido como Raicéu sobre el río Piloña, que se alza a los pies de la colina sobre la que Ceceda mira con serenidad al paisaje.
¡Ceceda/Cecea te ofrece mil rostros, a cual más seductor!
Soto, principio y fin de la Ruta del Alba
Soto, en el concejo de Sobrescobio, es un pueblo que parece sacado de un cuento fantástico. En el fondo de un valle y rodeado de montañas, el conjunto compone una imagen de postal. Surcado por las aguas del río Alba, que le da un aire antiguo, con un paisaje de puentes que unen las dos riberas de esta encantadora aldea.
En Soto, la atmósfera es totalmente montañera y senderista. No en vano es la puerta de la famosa Ruta del Alba, también llamada de las Foces del Llaímo. Así que por sus empedradas calles, en las numerosas terrazas y locales donde degustar manjares de la cocina asturiana, es una estampa habitual ver a personas de todas las nacionalidades perfectamente equipadas para emprender esta ruta, o para disfrutar del merecido descanso después de haberla hecho.
Muchos son los rincones de Soto que te enamorarán: sus lavaderos, sus capillas, sus fuentes, sus barrios panorámicos, su iglesia parroquial, su zona de pesca o la de baños en el río Aba, y sus gentes, afables y conversadoras, con toques muy especiales pues la magia de este pueblo te regalará momentos como el de la foto, donde puedes ver en vivo trabajar a los artistas…
En medio del Parque Natural de Redes, Soto es un pueblo donde deporte, naturaleza y gastronomía ¡componen un trío ideal!
Tazones, bajo el influjo del emperador Carlos V
En un lugar escondido de la costa asturiana, como si de un puerto de corsarios se tratara, aparece Tazones, en el concejo de Villaviciosa. Las calles del pueblo son sinuosas, algunas están empedradas y sus casas de pescadores son coloristas y sencillas.
Tazones huele a mar y a marisco, el mejor, con el sello inconfundible del Cantábrico. En cada casa, en cada esquina, en cada ‘chigre’ o restaurante, los fogones de Tazones aromatizan el ambiente con las delicias de la buena cocina marinera asturiana.
Tazones tiene puerto y playa, y hasta huellas de dinosaurio a pie de costa. Y tiene un curioso pasado vinculado a la España imperial, que ha marcado desde entonces (de esto hace más de 500 años) su destino… Ocurrió que un buen día el nieto de los Reyes católicos, que pasaría a la historia como Carlos I de España y V de Alemania desembarcó fortuitamente en Tazones, con solo 17 años y cuando viajaba por vez primera a España.
Hoy en día este episodio se rememora cada mes de agosto ¡con una logradísima recreación histórica que pone a Tazones en el mapa cultural europeo! (que por cierto es muy recomendable y te encantará)
Cueves: la aldea y la gruta
¿Te imaginas llegar a la aldea de tus sueños atravesando una gruta? Pues ni más ni menos eso es lo que te ocurre cuando vas al pueblo de Cueves, en el concejo de Ribadesella. Después de recorrer unos kilómetros de carretera sinuosa típicamente asturiana y atravesar parajes de gran belleza, te encuentras la enorme boca de una gruta, por la que transcurre un río al pie de la carretera. El microclima que respirarás es el de una cueva en toda su autenticidad e incluso cuando mires a las grandes paredes de piedra o al techo rocoso adivinarás formas extraordinarias propias de un terreno kárstico en el que crecen desde hace miles de años estalactitas y estalagmitas.
Realmente prodigioso. Sobre todo cuando al traspasar la cavidad pétrea, te encuentras una aldea alargada, con sus casas a ambos lados de la carretera, con las hortensias de vivos colores al pie del camino y con las panoyas de maíz colgadas de sus hórreos…
Cueves, con su pequeña capilla, con su estación de tren, con su bar-tienda de productos asturianos y con su quietud ¡es un prodigio de la naturaleza!
Gamonéu, con sabor al mejor queso
En Asturias podrás conocer pueblos con aromas y sabores inolvidables. Uno de ellos, que da nombre a uno de los mejores quesos azules artesanales que probarás en tu vida, es el Gamonéu.
Además Gamonéu existe por partida doble, porque hay Gamonéu de Cangas y Gamonéu de Onís, ubicados en dos concejos limítrofes y hermanos en la geografía de los Picos de Europa, en los que existe una gran tradición de pastoreo y de elaboración de quesos.
Por eso, un paseo por esta zona tendrá siempre como telón de fondo este gran queso en sus dos variantes: el Gamonéu del puerto y el del valle.
Tanto Gamonéu de Onís como Gamonéu de Cangas son dos encantadoras aldeas de montaña, con agradables vecinos y ¡donde podrás disfrutar al máximo del paisaje, la naturaleza y el ganado de raza asturiana!
Sotres: la puerta del macizo central de los Picos de Europa
La subida por carretera a Sotres desde Poncebos es una auténtica delicia paisajística que te adentra dulcemente en el llamativo escenario de los Picos de Europa.
Sotres, en el concejo de Cabrales, tiene un ambiente cautivador en el que se juntan lugareños, ganaderos, hosteleros, aventureros, escaladores… y toda esa mezcla le confiere al pueblo una atmósfera distinta.
Enclavado en el fondo de un valle y rodeado de montañas de impresionante altitud, Sotres encarna la fisonomía y la cultura del pueblo de alta montaña por excelencia, y es lugar de paso para infinidad de rutas por los Picos de Europa.
Por su ubicación, Sotres es la puerta para iniciar la exploración del macizo central de los Picos de Europa o para finalizarla, y si quieres saborear un buen queso Cabrales ¡Qué mejor que hacerlo en Sotres!
As Veigas, el sueño mitológico
Cuando se dibuja en el horizonte, As Veigas, en Taramundi, parece una obra de arte en miniatura, alojada en el fondo de un valle. Poco a poco la sinuosa carretera irá descubriéndote los matices del paisaje, verde y frondoso, hasta que tu vista alcance una panorámica espectacular de un rincón como sacado de una historia mitológica, donde las xanas te seducen con su cantos y los trasgos campan a sus anchas.
La magia de la piedra y la pizarra llegan en As Veigas a su máxima expresión de belleza, y en medio de este pequeño pueblo te sentirás como desconectado del mundanal estrés. Un paseo por sus calles y recovecos te proporcionará sin duda un momento de relax inigualable que se grabará para siempre en tu corazón…
¡As Veigas es un auténtico sueño mitológico de intensos colores!
Ortigueira, la atalaya perfecta sobre la mar
Viento y mar, olas y salitre… Cuatro elementos de la naturaleza que los habitantes de Ortigueira, en el concejo de Coaña, conocen a las mil maravillas, y que tú saborearás cuando te acerques a este pueblo marinero del occidente asturiano, que conserva todo su encanto tradicional.
Ortigueira te ofrece un paisaje de equilibrada combinación entre casas indianas y viviendas marineras, que se descuelgan por una escarpada ladera bañada por el mar Cantábrico. La preciosa explanada donde están sus faros es una atalaya perfecta para contemplar toda la costa, y al mismo tiempo te hace viajar a aquellos tiempos de valerosos pescadores que arriesgaban su vida por el pan de cada día.
Su pequeño y recóndito puerto es como de película, y llegar hasta allí te resultará un inolvidable descubrimiento…
¡Ortigueira te trasladará al ambiente marinero de antaño!
Fuente: Principado de Asturias