Aquí está la mejor playa del mundo. Y no lo decimos nosotros, lo dice el periódico The Guardian. Es la playa de Rodas en las islas Cíes. Aguas cristalinas y tranquilas, arena fina y dorada, una sugerente forma de media luna y, protegiendo la playa, un bosque de pinos que invitan a la siesta.
Si en el pasado las Cíes fueron refugio de piratas, ahora están deshabitadas y abiertas al público sólo en verano. Así se conservan como un paraíso natural, sin prisas, sin tráfico. Sólo el rumor de las olas y el viento. Pero si echas de menos el ruido, sube al Faro. Las vistas son impresionantes y podrás disfrutar de un espectáculo único: el griterío de miles de gaviotas (quizá la mayor colonia de Europa) en los acantilados… volando a tus pies.
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Además de las Cíes, el Parque Nacional de las Islas Atlánticas incluye Ons, Sálvora y Cortegada. En Ons no te pierdas las misteriosas «furnas», cuevas marinas esculpidas en granito que, como la legendaria «Burato do Inferno», se decía que bajaban hasta el mismo infierno y en las noches de tormenta podían oírse las voces de los muertos. Y luego, para recuperar fuerzas, nada como saborear el famoso «polbo á Illa».