Es un verdadero polo cultural que encierra una historia Ćŗnica. Los vecinos del barrio de Villa Urquiza (una zona tranquila de casas bajas) buscaron durante aƱos recuperar el histĆ³rico Teatro 25 de Mayo, que habĆa quedado en el olvido.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires logrĆ³ que ese sueƱo se haga realidad y reabriĆ³ las puertas de este emblemĆ”tico espacio en 2008 como cine, teatro y centro cultural. Su primera inauguraciĆ³n fue en 1929 y por allĆ pasaron figuras de la talla de Carlos Gardel y Edmundo Rivero. TambiĆ©n fue escenario de eventos sociales de la Ć©poca. Su esplendor le valiĆ³ la denominaciĆ³n de āPetit ColĆ³n de Buenos Airesā.
Del auge pasĆ³ al abandono, y durante aƱos fue desaprovechado. El capĆtulo de la reconstrucciĆ³n incluyĆ³ adelantos tecnolĆ³gicos y modernizaciĆ³n, pero siempre preservando su valor patrimonial. Todo un sĆmbolo que volviĆ³ a brillar. La imponente sala principal con 800 butacas, los palcos recuperados y la fosa de orquesta reconstruida conforman una impresionante atmĆ³sfera que conmueve a todos los espectadores.
Objetivo cumplido
El Teatro 25 de Mayo se ganĆ³ un lugar privilegiado en la intensa agenda cultural porteƱa: puestas teatrales, espectĆ”culos musicales, talleres, exposiciones, proyecciones de documentales, cursosā¦ el objetivo se cumpliĆ³ con creces y este mĆtico edificio es un verdadero epicentro artĆstico que no descansa. Las actividades pueden estar destinadas a niƱos, jĆ³venes o adultos.
Abundan las propuestas gratuitas y la heterogeneidad en las propuestas. Recorrer la programaciĆ³n abierta a todo el pĆŗblico equivale a introducirse en un universo interminable de alternativas. Desde milongas -una de las salas se transforma en pista de baile al ritmo del 2 x 4- hasta completos cursos de letras o fotografĆa. Vale la pena explorar el menĆŗ de opciones que es tan amplio como interesante. DĆa a dĆa, el Teatro 25 de Mayo es elegido por porteƱos y visitantes.
Su valor histĆ³rico y cultural lo ubican como uno de los puntos salientes del circuito porteƱo, que nunca deja de sorprender.
Texto fuente: Goberno de la Ciudad Autonoma de buenos Aires
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